La longitud de Dios

En esta serie muestro el trabajo realizado entre Marzo y Agosto de 2021 que se compone de diez piezas realizadas sobre madera de pino canario trabajadas con nogalina, tinta china, grafito y pigmentos rojos.

El título de la serie parte de la noción escolástica-medieval de Dios, que se consideró desde la filosofía griega -pasando por autores escolásticos como Anselmo de Pavia o Tomás de Aquino y que posteriormente asumirían también autores como Hegel o Heidegger- un término análogo a la palabra Luz logrando así dar significado a aquello que ‘se mostraba’ a partir de la presencia lumínica, de la carencia de sombra, de la falta de opacidad, del silencio material. En otras palabras, Dios es aquello que resulta mostrado de forma transparente, natural, tal y como se muestra el pino en el soporte trabajado.

Al mismo tiempo, empleo como base la estructura modular del cuadrado, elemento fundamental en el pensamiento, la matemática y la arquitectura mesopotámica, que siglos después será empleado por el cubismo como recurso para el desarrollo de sus planteamientos ‘matemáticos’ principalmente en su aspecto formal. Con esta serie abro una nueva vía de trabajo que se completará con proyectos que desarrollo actualmente en torno al peso de la luz, la ausencia de oscuridad y la afinidad electiva. También es una mirada sobre proyectos anteriores como son Ánima, Habitare, Fósil y Ostensión, siendo en éste último en donde empecé a madurar la idea de Dios=Luz a partir de la tesis de ‘señalar a Dios’ -por medio de la ostensión- y que comencé en el año 2019.

El resultado de cada obra muestra una pieza limpia, dentro de un soporte sesgado, cortado de forma industrial que nace de la idea de aunar lo orgánico -tal y como es la madera- con una forma industrializada que a su vez termina siendo trabajada de manera clásica con materiales elementales, primarios e íntegramente extraídos de la naturaleza. La longitud de Dios se hace presente en el juego de líneas, prolongaciones y luces que establece la claridad del pino a partir del contraste y limitaciones planteados a través de las distintas formas pintadas. Es una longitud que alcanza su máximo potencial mediante puntos de fuga, mediante la transición que genera el paso de la oscuridad a la sombra, al degradado, llegando al silencio plástico, mostrando su ‘propia’ naturaleza.

Enrique Yáñez 2021. La longitud de Dios. Todos los derechos reservados.



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