Ordo Amoris. Un estudio pictórico sobre Zambrano.

En este proyecto parto de la lectura del libro Hacia un saber sobre el alma de María Zambrano para abordar pictóricamente las diferentes ecuaciones de pensamiento que propone la pensadora a lo largo de sus diferentes capítulos. Zambrano aborda la idea de psyqué aristotélica en el sentido de movimiento, pulsión, realidad cambiante, un alma que mueve la totalidad de lo real partiendo específicamente de las emociones. A lo largo de todo el libro podemos encontrarnos con distintos ámbitos y espacios de la realidad humana que la filósofo describe y dibuja a través de un exhaustivo análisis filosófico y antropológico.

Algunos de los ámbitos de los que nos habla Zambrano son el conocimiento, la paz y la guerra, el corazón, la crisis, el método o el horror descubriendo las entrañas metafísicas de cada uno de ellos. Mi propósito y esfuerzo en este proyecto es atravesar sus palabras mediante la técnica pictórica, desarrollando un proceso visual que muestre el significado de aquello que se intenta decir utilizando términos e ideas. Se trata sencillamente de plasmar el pensamiento de uno de los referentes de la Filosofía española a través de mi propio hábitat, la pintura.

Cada pieza mide 20x30cm y es acrílico sobre madera con un fragmento del libro en su parte trasera escrito a mano para ser leído tras visualizar la obra y conjugarlo con la misma. Todas las piezas mostradas a continuación siguen un orden a partir de la lectura del libro.

El conocimiento. El conocimiento cuando es asimilado no deja la vida humana en el mismo estado en que la encontró.
La soledad. Porque toda soledad ha sido sentida en un principio como un pecado[…]
El corazón. El corazón es el símbolo y representación máxima de todas las entrañas de la vida […] El corazón es víscera más noble porque lleva consigo la imagen de un espacio, de un dentro oscuro, secreto y misterioso que, en ocasiones, se abre.
La guía. La guía tiene una unidad, una forma. Es quizá la unidad suprema de este saber experimental de la vida. […] La guía no hace frente a nada […] La vida no tiene por sí unidad.
La crisis. La crisis muestra las entrañas de la vida humana, el desarrollo del hombre que se ha quedado sin asidero, sin punto de referencia, de una vida que no fluye hacia meta alguna y que no encuentra justificación.
El método. Método es camino en sentido literal, pero se nos figura más bien, cacería. […] Es necesario torturar a la naturaleza sometiéndola a preguntas.
La paz y la guerra. La paz verdadera, no nace del instinto, del hombre en estado de naturaleza. En la tragedia del estado de naturaleza lo más natural es la guerra, la discordia. El hombre frente a su igual se llena de terror y recelo.
El horror. El horror es siempre del instante, porque surge una coincidencia de seres o de situaciones que no concuerdan.
La inmortalidad. La inmortalidad era la única manera de existir del hombre, era la única posibilidad de que el hombre lograra su ser por entero. La existencia humana era ser inmortal.
La materia. El amor. Por eso nadie podía amarme mientras yo iba sabiendo del amor. Y yo misma tampoco amaba. Sólo una noche hasta el alba. Y allí quedé esperando. me despertaba con la aurora, si es que había dormido. Y creía que ya había llegado, yo, ella, él… Salía el Sol y el día caía como una condena sobre mí. No, no todavía. Llegué entonces a respirar en el tiempo; respiraba el tiempo hasta entrarme en su corazón. Insensiblemente, me entraba en su corazón el dentro de la materia. La materia…el polvo lo había sentido siempre como el poso del tiempo. Tiempo que se ha quedado detenido para hacerse sensible.

Proyecto Ordo Amoris. Enrique Yáñez 2020. Todos los derechos reservados.



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