Habitare
La defensa de lo orgánico, de lo visceral, de lo auténtico, de aquello que se dice sin tapujos debe ser algo que siempre tengamos presente. Elegí unos sacos de arpillera, primero por su material, de campo Castellano, segundo por su ‘capacidad’ pues el saco permite siempre recibir, albergar, guardar incluso cualquier contenido y en este caso se trata de guardar todo aquello que resulta escondido o rechazado, se trata de preservar. Habitare es una apología del territorio, de la identidad, de lo que representa el lenguaje y el código vital de cada uno, sin límites ni impedimentos, en la tela ‘habita’ la pintura transmitiendo mensajes volumétricos, intencionales, proyecciones lingüísticas semánticas y semióticas por medio de un sistema de comunicación pictórico y orgánico.
Habitare es un exilio, un reducto en el espacio y en el tiempo que permite al espectador abstraerse hasta llegar a conocerse a sí mismo aun sin saber comprender que conoce de sí, se trata de una experiencia sensitiva desde distintos ángulos, es ese viaje a lo desconocido del que habló Saint-John Perse en el cual cuando el extranjero atravesaba la aduana lo único que pudo responder fue: ‘Habitaré mi nombre’. Lo único de lo que puede gozar cualquier sujeto libre. Así decía el texto:
«…Extranjero, sobre todas las arenas de este mundo, sin audiencia ni testigo, lleva a la oreja del Poniente una concha sin memoria:
Huésped en la ladera de nuestras ciudades, nunca franquearás el umbral de las Lloyds, donde tu palabra no es de curso ni tu oro tiene título…
<<Habitaré mi nombre>>, fue tu respuesta al cuestionario del puerto. Y sobre la mesa de los cambistas nada puedes poner que no sea desazón…»
Saint-John Perse, Exil (fragmento). Traducción cortesía de Gabriel Albiac.
Habitare. Enrique Yáñez 2020. Todos los derechos reservados.